POR: DAVID FLORES Q.


Alla por los años 1870 migran nuestros abuelos a una de las ciudades más importantes en su época, Oruro. Ciudad de mineros, gente que llegaba a esta de otras latitudes y que hacía de esta una ciudad prospera. Salen de su natal Cairiri, Paruta, Puchu, Jajnuni, Agua Rica y Yacariri.
Como todo grupo migrante salen con mucha fe pidiendo a los achachilas y las deidades andinas que los guíen en su largo camino. Ellos, a su vez van cargados de sus costumbres, tradiciones y sobre todo de ese sentir que los caracteriza: de hermanos, de paisanos y sobre todo de ayuda al que vine por atrás.
Se ubican y se asientan en una de las calles más transitadas en su época, la calle Cochabamba, pues era la ruta principal a las bocaminas. Junto a ellos, en la misma calle, estaban otros gremios como los veleros (fabricantes de velas) que venían de la zona norte de la ciudad, los abarqueros que venían de la zona este.
La Santísima Virgen del Socavón es la inspiración para organizar y bailar una danza que ya estaba presente en Oruro en ese tiempo, la danza de los Morenos. Después de varios años de asentarse en esta pujante ciudad, este grupo de migrantes de ese altiplano profundo y asimilar las costumbres citadinas populares relacionadas con la fe, la devoción a la Virgen de Socavón deciden ser parte de esta manifestación folclórica que es el Carnaval
de Oruro.
Una forma de ser agradecidos con la tierra que los acogió y también de haber recibido bendiciones de nuestro Dios Padre, se hacen fieles devotos de la Virgen del Socavón.
Seguramente, enamorados de ese ritmo cadencioso que tiene la Morenada, sus melodías y la música en sí misma, deciden formar su propio conjunto. Es así que un sábado 29 de noviembre de 1924 se reúnen los Quintanilla, los Quispe, los Flores, los Mamani, los Apaza, los Huanca, los Manuel, todos ellos migrantes de la provincia Aroma. Nace el CONJUNTO FOKLORICO MORENADA.
Con la promesa de bailar tres años, el primer convite, el ultimo convite, asistir a las veladas de la Santísima Virgen del Socavón, participar del sábado de peregrinación, en suma, ser parte del Carnaval de Oruro los señores Silvestre Quintanilla, Juan Apaza y Celedonio Flores cumplen su promesa a la Santísima Virgen de Socavón.
El recibir la fiesta, que es el acto tradicional y devocional más importante del Carnaval, el rodeo que se realizaba a partir del mes de agosto, los cargamentos que eran solicitados a los familiares más cercanos, la asistencia al alba con traje de convite, la solemnidad de la Misa del lunes del Carnaval donde se asistía con las mejores galas, con el mejor poncho de vicuña, los arcos de plata, la dramatización de la pisa de la uva y la camaradería que es el encuentro y muchas veces el reencuentro de toda la paisanada, son las buenas prácticas y que llegan a ser las costumbres de los “COCANIS” que honran estrictamente y se convierten con el tiempo en lo más tradicional del Carnaval de Oruro, que perdura hasta nuestros días.
La actividad minera, era la actividad industrial más importante de la época y la ciudad de Oruro como centro administrativo, de acopio, de transporte y distribución de mineral se convierte un relevante centro comercial y de abastecimiento de muchos productos e insumos para el desarrollo de esta actividad. La provisión de hoja de coca para los centros mineros se convierte en una actividad comercial muy dinámica y los migrantes de la provincia Aroma profundizan y se hacen actores principales en esta actividad, el comercio de la hoja de coca al mayoreo y al detalle. Es así que, en la calle Cochabamba entre la calle La Plata hasta la Washington se asientan estos comerciantes. Eran tan prospero el negocio que la gran mayoría de los migrantes adquieren bienes en toda la calle Cochabamba, los Main, los Flores, los Quispe, los Mamani prácticamente copan todas estas calles.
La convicción, la dedicación y el trabajo denodado de este grupo de personas que se dedicaron al comercio de la hoja de coca hacen que se particularice e identifiquen como los “COCANIS” y a ellos con la Morenada.
Este grupo de personas no pasa desapercibido dentro de la sociedad orureña y muchos estudiosos llegan a encontrar particularidades: la dinámica con que se desarrollaban y la forma que llegaban a prosperar. Uno de los escritores en Oruro los llego a denominar los JUDIOS DEL ANDE, por la forma de colaborar entre paisanos, por la reciprocidad tanto económica como espiritual, por la forma muy particular de agradecer al que le tendió la
mano. Entre los más jóvenes de esa época se denominan así mismos ALIADOS.
La guerra del Chaco provoca una interrupción temporal en la actividad folclórica y la celebración del Carnaval, pasada ella, con mucha fe y devoción se vuelve a organizar el conjunto al impulso de los acaudalados miembros formando la COMPARSA DE LOS MORENOS, que son los mismos migrantes de la provincia Aroma y en ese momento más unidos por la actividad que desarrollan y en su gran mayoría reunidos en un solo lugar, la
calle Cochabamba.
A partir de los 1950 la actividad folclórica en Oruro adquiere más presencia con la creación de otros grupos o conjuntos que van engrandeciendo el Carnaval. En esta época se introduce el traje de convite con el tradicional sombrero negro, la pañoleta blanca y el traje obscuro, la matraca de quirquincho y el imponente poncho de vicuña y en los caporales el chal. Es así que en la década de los 60 se funda la Asociación de Conjuntos Folclóricos y los miembros de la Morenada son parte activa en este hecho.

En los años 70 se hace una innovación en el conjunto, a la cabeza de la Srta. Elsa Main, Rosa M. Escobar, Angelica Q. Flores y otras se funda lo que se denomina la SECCION FEMENINA, que llega a tener un gran impacto en nuestra sociedad y el Carnaval. Ellas son hijas de fundadores de nuestra gran Morenada.

A mediados de la década del 70, por la dinámica que tiene la sociedad orureña, el Conjunto MORENADA ZONA CENTRAL cambia su denominación a FRATERNIDAD MORENADA CENTRAL ORURO, donde los actores de estos cambios siguen siendo los hijos de los fundadores, ellos, ya nacidos en esta tierra bendita que es Oruro.
En esa misma década el año 1974 la Morenada cumple 50 años y es condecorada por la Alcaldía de Oruro, la Asociación de Conjunto Folclóricos y los protagonistas de estos reconocimientos son los mismos hijos de Fundadores, Don Ricardo M. Escobar, Don Ramon Q. Escobar y Don Marcelino Flores.
Después de atravesar el boom y la media-solializacion de las manifestaciones folclóricas, superando estrictamente lo popular, el año 1992 se vuelva a marcar otro hito en la historia de la morenada, las familias de los COCANIS protagonizan la recuperación de la identidad etno-cultural de su institución, estableciendo que la Morenada Central fue fundada en la ciudad de Oruro y hace vida folclórica-cultural en el Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.

A partir de este hecho, la danza de la Morenada adquiere otra caracteriza que introducen los COCANIS, ahora no solo se baila, sino que también se canta y este cantico callejero se convierte en un grito de fe y alegría porque la Morenada ha vuelto a los COCANIS.
JALLALLA ORURO, JALLALLA LOS COCANIS.